El XXVI Congreso de Nacional de Derecho Sanitario analizó la función prescriptora médico desde una dimensión ética y legal. Hay que tener en cuenta que al médico le corresponde prescribir, después del diagnóstico y de informar al paciente de las alternativas terapéuticas disponibles más adecuadas a su situación clínica y quedó de manifiesto que la libertad de prescripción es una garantía de calidad para la ciudadanía
La mesa ‘La función prescriptora médico y farmacéutica: dimensión ética y legal’, patrocinada por MSD, que ha estado moderada por Eduardo Martín Serrano, vocal de la Asociación Española de Derecho Sanitario, ha contado con la intervención del Dr. Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz; la Dra. María Castellano, catedrática de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Alcalá de Henares; Julio Sánchez Fierro, vocal de la Asociación Española de Derecho Sanitario; y Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
El Dr. Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, dejó claro que “la prescripción farmacéutica no existe, porque el que prescribe es el medico” e incidió en que “prescribir no es escribir, es algo más, es tratar y buscar el mejor plan terapéutico. Comentó que la fase clínica es fundamental antes de llegar a la prescripción y puso de manifiesto que “el médico debe ser libre para escoger la solución más beneficiosa para el bienestar del paciente, utilizando los recursos más eficaces.
Reconoció que, en ocasiones, el facultativo tiene miedo y se defiende generando medicina defensiva. El Dr. Hidalgo recordó que “el paciente es el fin y prescribir es un compromiso” Lamentó que en la actualidad “hay una píldora para cada problema, lo que genera medicamentalización”. Señaló que España es el país que más antibióticos prescribe y que cada año hay en Europa 548 muertos por medicamentos, mientras que de tráfico se producen 75. Explicó que a la hora de prescribir el medico recibe la presión de paciente, de la Administración y de la industria, cuando lo que debe hacer en definitiva es “prescribir el mayor producto al menor precio”.
El Dr. Hidalgo concluyó que “antes de prescribir el medico debe tener capacidad para comunicar, tener empatía con el paciente, aguantar la presión de la industria, la presión asistencial y convertir la prescripción en una herramienta de garantía y seguridad para el paciente”.
La Dra. María Castellano, catedrática de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Alcalá de Henares, puso en valor la importancia del juicio clínico, además de los medico-legales y éticos y deontológicos. Subrayó que entre los deberes primordiales del médico está respetar la vida humana, la dignidad de la persona, la salud del individuo y la salud de la comunidad, según recoge el Código de Deontología Médica.
Expuso que el profesional “debe lealtad al paciente y a la salud de éste es el primer objetivo”, además “debe actuar libre de presiones, velar por la calidad de su práctica y su eficiencia y procurando un rendimiento óptimo”. En este sentido, para la calidad de la asistencia sea buena, “el médico debe actuar en libertad”, aseguró. La Dra. Castellano expuso que “la colaboración con la industria es necesaria, especialmente en el ámbito de la investigación, pero hay que prescribir sin aceptar contraprestaciones”. Respecto a los incentivos no se mostró contraria, si se hacen desde una visión deontológica, procurando la eficiencia, salvaguardando la calidad asistencial y la libertad de prescripción.
El letrado Julio Sanchez Fierro señaló que la prescripción no habría de situarse, sin más, en el marco global del sistema sanitario y su sostenibilidad económica, sino, por encima de todo, en el terreno de los resultados en salud y en el ámbito de la relación médico-paciente. Destacó que los tratamientos baratos no equivalen a tratamientos eficientes, si los resultados en salud son pobres y acarrean una caída de la calidad asistencial.
Y concluyó que “intentar imponer al médico una prescripción o exigirle que por razones económicas cambie un tratamiento que está funcionando bien, podría dar lugar a exigir responsabilidades por los efectos adversos que pudieran derivarse”.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, recalcó que “los farmacéuticos tenemos un papel importante en la dispensación, pero los médicos son los que prescriben, por lo que cada uno debemos respetar el lugar que nos corresponde”. Además, aseguró “todos tenemos la obligación de garantizar la calidad y mejorar el proceso de prescripción-dispensación para el conjunto de la ciudadanía”.
FUENTE: medicosypacientes.com